Han pasado 5 días desde que recogimos a una polluela de pinzón mexicana que abandonó demasiado pronto su nido. Su papá y mamá escucharon su llamado desde la ventana de nuestro baño donde primero pusimos su jaula dorada, y después desde el balconcito de la ventana donde se las acercamos. Vienen a darle de comer unas 5 veces al día. Es fácil saberlo por el pequeño escándalo. Incluso puedo verlo cuando me quedo en la habitación trabajando muy callada desde mi laptop.
Para compartirlo con ustedes seguimos una estrategia sencilla: Tableta. Laptop. Llamada de zoom. Comenzar a grabar.
En el video se ven la hembra (la que le da de comer) y el macho (el que tiene plumaje rojo en la cabeza). Aunque en este video solo la hembra le da de comer, en realidad ambos lo hacen y en general crían a sus polluelos conjuntamente. Esto no ocurre en todas las especies de aves, pero sí en muchas. Lo cual nos hace pensar cuándo surgió este comportamiento evolutivamente hablando. Y por cuándo me refiero a cuándo muy para atrás, pues las aves son descendientes directos de un grupo de dinosarios que caminaban en dos patas, los celurosaurios. De hecho, las aves son el único grupo de dinosaurios que no se extinguió. Ahí están, vivitas y coleando con sus dedos que perfectamente recuerdan a las de un T-rex, que sobra decir pertenece al grupo de los celurosaurios.
Archaeopteryx es un género de aves extinto que presenta caracteres intermedios entre lo que nos imaginamos al pensar dinosario y aves, es decir, algo así como un dinosaurio cubierto de plumas, como bien puede apreciarse aún en sus fósiles:
Fuente: wikipedia
Pero Archaeopteryx no fue el primer dinosaurio en tener plumas. De hecho, se han encontrado fósiles de T-rex bebé emplumados con ese plumón suavecito que también cubre a los polluelos hoy en día. Un bebé T-rex no era muy distinto de un guajolote bebé, solo que más grande que un guajolote adulto. Así que las plumas, característica innegable de las aves y que hoy sirven principalmente para volar, probablemente primero tuvieron otro uso y estaban presentes sólo (o eran mucho más abundantes) en las crías. La evidencia fósil también nos muestra que varios grupos de dinosarios (los que evolucionaron en aves, pero también otros) ya tenían cuidado parental: no solo cuidaban a sus huevos, sino también llevaban alimento a sus crías tal como estos pinzones en mi ventana hoy en día alimentan a su polluela.
Ahí lo tienen, la evolución es la gran borrechera creativa que produce la biodiversidad, pero algunas cosas no cambian en millones y millones de años. Como el cuidado parental y los dedos de dinosaurios celurosaurios.
La historia completa:
Polluela de pinzón mexicana II: le dan de comer
Polluela de pinzón mexicana III: vuela vuela