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domingo, 16 de septiembre de 2012

Mascota de escritorio I: les presento a Diéresis.

Hace poco más de una semana, cuando todavía no empezaban estos cielos nublados y vientos fríos, estaba comiendo afuera, en las bancas frente al edificio de mi facultad. Creo era 6 de septiembre. Mis amigos y yo estábamos a la mitad de una conversación que ya olvidé cuando alguien descubrió un azotador. El bicho caminaba por la mesa con esa coordinación de patas y espuripedios con que las orugas tienen a bien andar.

El ejemplar medía poco más de un centímetro y nos tenía a todos fascinados con su atuendo punketo: pelos negros y rojos con una línea densa de pelos amarillos agrupados en lo que parece un cepillo de dientes. Una tira de pelos en algo que se ve como una cola y dos tiras más a mandera de antenas. De verdad un espectáculo. Miren las fotos abajo.

Por más de diez minutos el caminante de la mesa fue nuestro centro de atención, pero aunque algunos ya habían visto algo así, nadie sabía con certeza de qué se trataba. Las orugas son larvas de lepidópteros, pero esta en particular debía de ser de una palomilla y no de una mariposa diurna. Hasta ahí llegó mi triste conocimiento, así que fui al laboratorio a enseñársela a J, un compañero con una entomología digna de respeto. Un segundo después de ver al ejemplar, J me dijo que se trataba de la especie Orgyia antiqua, una palomilla nativa de Europa y sin duda una de las orugas más vistosas de Inglaterra.

Luego vino la frase que desencadenó esta entrada de blog: you should keep it as a desk-pet. Quedármela como mascota de escritorio. Verla crecer, formar un capullo, emerger como una palomilla adulta y dejarla ir. Fue cuestión de poner un poco de hojas frescas de los arbustos de los que se alimentan, esos que crecen frente a la puerta de abajo (porque tenemos una puerta arriba que da a un corredor elevado, para que no me ponga nostálgica de los segundos pisos de periférico) en un recipiente de plástico (con agujeros, claro) y un poco de papel absorbente ligerísimamente húmedo. Cambiar las hojas cada dos días... Listo, un ejemplar de larva de Orgyia antiqua perfectamente establecida. Nótense las pequeñas excretas, señal de que ha comido bien:



La foto, tomada con mi celular, es pésima. Prometo hacer uso del microscopio pronto y subir algo decente. Por lo pronto, por si quedaban dudas de que se trata de una mascota-de-escritorio, así es como se ve en el espacio que le asigné junto a mi monitor:




Ya les iré narrando cómo va su desarrollo. No habrá emociones tan fuertes como con Paquito, la larva de Dermatobia hominis con la que tanto nos divertimos en este blog, pero prometo que será interesante. Les adelanto que el estado adulto presenta un dimorfismo sexual bastante curioso.

Ah sí, el porqué del título de esta entrada. He decidido nombrar a este indivuduo Diéresis. Tengo dos razones que me parecen más que contundentes. Primera, la palabra diéresis me gusta mucho, pero su técnico significado no da mucha ocasión de usarla más allá de la frase “con diéresis en la u”, que sobra decir es un aburrimiento total. Segunda, de cierta manera, la forma en la que crecen sus parches de pelos amarillos hacen que la larva de Orgyia antiqua parezca una oruga con un par de diéresis a cuestas. Je, je.  


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Todos los capítulos de la historia:
Mascota de escritorio I: les presento a Diéresis. 
Mascota de escritorio II: la historia con lag
Mascota de escritorio III: El domingo pasado

6 comentarios:

Ana Wegier dijo...

Sin comentarios halagadores... Me sorprende que la opción de dejar al pobre animal en el árbol y buscar en unos meses los capullos no pasara por tu mente ni la de tu amigo.
Al igual que Paquito espero que sobreviva a tus proceso de aprendizaje. Con un poco más de teoría intentaremos algo parecido así que no haré más comentarios, aunque si necesitas estoy segura que Lupis Adraca te puede contar sus experiencias.
Beso

Ticatla dijo...

Antes que nada gracias por tu comentario, me parece oportuno hablar sobre eso. En general no estoy de acuerdo en tener por mascotas animales silvestres y debí hacer algunas aclaraciones. Estas palomillas no solo son comunes en Europa, sino que pueden llegar a niveles de lo que los humanos llamamos plaga de jardín. El arbusto en cuestión tiene toda una población que muy posiblemente sea erradicada por los jardineros, así que la opción de devolverlo al arbusto (en el que no estaba, ya que las mesas están considerablemente lejos, saber cómo llegó) no era del todo favorable. Respecto a mantenerlo en cautiverio, el recipiente es muy grande en proporción al bicho, de hecho no parece ocupar todo el espacio y más bien se restringe a devorar la rama más cercana. No creo que sea comparable a tener un ratón en una jaula. No hago nada que le moleste ni lo voy a disectar, simplemente lo observaré y escribiré al respecto. Me parece una buena oportunidad para hablar de otras cosas en un ánimo divulgativo. Pero de nuevo, gracias por tu comentario, en esencia tienes razón.

Kazbam dijo...

Está bien chido ese bicho. Y está chido que lo tengas de mascota de escritorio, con todos los cuidados y así.

Ah, y gracias, la neta es que leyendo tu blog aprendo dos que tres cosas de biología.

Saludos.

Tgrika dijo...

Me encantó. Y me gustaría muchísimo que le dieras el seguimiento que diste a paquito el colmoyote. Es bien curioso porque desde el año pasado entre los meses de Agosto y Octubre en la fonoteca de radioBUAP tenemos ascalaphas odoratas (ni idea de si es correcto pluralizar los nombres científcos) de huéspedes, a las que alimentamos con pasas, mermelada y otras frutas en proceso de fermentación. Nuestras mariposas (han llegado a estar 5 al mismo tiempo) gustan mucho de nuestra hospitalidad, pues el lugar es oscuro y supongo que la humedad idónea. Mi sueño es poder criar una desde su estado larvario. Por ello es que me resulta muy interesante tu post.

Cronista Callejero dijo...

Y nunca me quedó claro si paquito era hembra o macho.

Ben dijo...

¡Suerte con esta aventura! Conducía el mismo experimento varias veces cuando pasaba la niñez y nunca tenía exito... seguro que no se presentaba la comida buena. Pienso que tus experiencias con este arbusto señalan un futuro bueno por Diéresis!

El cuerpo de la oruga me acuerda del una que encontré en Panamá: http://bblonder.files.wordpress.com/2012/04/caterpillar.png

Traele al microscopo! :)