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martes, 29 de septiembre de 2009

"Hacer ciencia" (entre comillas)

Como esta entrada será una oda al consumismo comenzaré con un comercial: mi tía abuela Esther presentó ayer (por segunda vez) Rebozo de aromas, una novela que escribió a los 86 años. El asunto es que finalmente logré sacarle una dedicatoria para mi ejemplar, y ella, qué no sé cómo llegó a esos parajes de mi mente donde duermen mis dudas más secretas escribió:

"Para mi adorada Alicia, que me gustaría muchísimo que siguiera mis huellas en vez de estar entretenida con la historia de las plantas..."

Yo no podría dedicarme a escribir, si es que a eso se refiere con seguir sus huellas, pero me hubiera gustado nacer con ese destino. Alguna vez pensé ser pintora, a ratos me sueño en óleos. De vez en vez, sobretodo en el climax de mis crisis existenciales, pienso que ser bióloga, dígase "hacer investigación" o "contribuir al manejo sustentable y conservación de los recursos naturales" es una ridiculez total, y entonces creo que lo único que puede llegar a tener sentido es el arte.

Pero dejemos esa pelea para otro round, en realidad quería decir que siempre logro salir, o me logran sacar, de esos laberintos y que hago las cosas con la necedad y el entusiasmo que se debe. El minotauro que me guía a veces es una conversación con migo misma arriba de un árbol, en una azotea o en los largos kilómetros de las carreteras de nuestro país; otras tantas la voz de una amistad repitiendo lo absurdo de mis palabras; el propio mundo que me sorprende con incógnitas bellísimas que alguien ha logrado descifrar o con paisajes por los que vale la pena sentar batallas; y así, cosas humanas para problemas existenciales de humanos, porque al fin y al cabo, vengo a descubrir, la ciencia la hacen personas. De un tipo particular, pero Homo sapiens. Bajemos tantito del monte donde solemos poner a la ciencia y admitamos felizmente lo humanos comunes que somos.

Discutir sobre hacer ciencia amerita grandes ensayos, pero también es parte de la vida cotidiana de muchos. Por eso hoy decido que Jorge Cham, el creador de phDcomics es un verdadero filósofo de la ciencia como Quino lo es de la vida. La agudeza de sus ocurrencias es maravillosa, por ejemplo esta que me encontré hoy:

Por eso también decido que esa manía social, que hasta ahora no había entendido, de "comprar cosas para sentirse bien" también aplica a llenar una satisfacción oculta de nicho, a sentirse un geek feliz, a encontrar una inesperada y feliz inspiración para terminar las correcciones de una tesis que, dejando de lado todas las pretensiones de la ciencia (y del arte), es una de tantas cosas que hacen las personas.

He aquí algunas de las cosas que me entusiasmaron hoy:

Cortina para baño con la tabla períodica de los elementos


Molde para cubitos de hielo con forma de π



Una tarjeta todo en uno.... nice nice


Esta pluma 5 en 1. AHHHH!!!!!



CARGADOR SOLAR PORTATIL
.



El salero y pimientero más chidos de la historia.



Un kit para preparar cocteles. ¡A todo su debida seriedad!

Y unas medias para darle un toque femenino a todo esto


¿Me paso con el consumismo? Piedad, un poco de incentivos materiales no caen mal de vez en vez.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Emergencia Nacional





Creía yo haber dominado ya el arte de leer los periódicos sin cometer suicidio diario. Estaba orgullosa de mi misma, lo había logrado con una combinación de fortaleza interna, resignación y entrenamiento de ver los Simpson.

Pero ayer me derrumbé ante una noticia que no vi venir ni esperaba en lo más mínimo, menos aún en el 2009 a nos meses del cumpleaños 200 de Charles Darwin:

resulta que ahora en los nuevos libros de texto de primaria la teoría de la evolución está mal planteada y a la par del creacionismo.

No he tenido oportunidad, espero tener la fuerza, de constatar esto por mi misma y juzgar con mis propios ojos. Lo leí en La Jornada del 10 de septiembre en una nota de Julio Muñoz Rubio titulada La SEP contra la teoría de la evolución que dice así:

En estos tiempos de oscurantismo y emergencia de viejos fanatismos, la Secretaría de Educación Pública (SEP) nos ofrece una nueva y muy desagradable sorpresa en sus nuevos libros de texto para la materia de ciencias naturales de primaria: se trata de la mutilación de la teoría de la evolución... (click aquí para ir al artículo original).

En fin, tenía que hacer un berrinche. Esperemos que la comunidad científica reaccione (mos) pronto y con el ímpetu necesario o que todo sea un feliz malentendido de dimensiones menores... Por lo tanto si me necesitan estaré afilando mi machete por si resulta que los biólogos somos enviados del demonio y hay que escapar a los montes.


miércoles, 2 de septiembre de 2009

La libre y la tortuga.

Estoy en la antesala de espera, no sé cómo llamarla si no, del aereopuerto. Es la enésima vez en los últimos meses. Leo las noticias con cierta profundidad pues no volveré a saber del mundo en unas semanas: Uribe, la mentada gripa, el narco, el apagón de gmail, Jimena que baja su potencia, un terremoto y sus muertos. Una amiga escucha el último discurso de Calderón. Hay 39 lámparas alumbrando el pasillo donde estoy sentada. Ayer fui a un seminario que hizo que los PCRs que hecho en mi vida se sientan obsoletos pero necesarios. Un radio casi clandestino toca una norteña nostálgica. Cris se va mañana a China. Mis padres, como siempre, no contestan el teléfono. Una amiga va a perder el vuelo, que bueno que me viene en taxi. Ya envié mi tesis a mi jurado. Pienso en la libre, la tortuga y la evolución del cloroplasto. Cambio el tema, visualizo la selva, las hectáreas de vegetación que sobreviven como en islas, que se acotan como cuando las glaciaciones.

Ayer ví Percépolis y soñé en blanco y negro.

Soluciones tortuga, soluciones libre, conflictos que son una carrera de obstáculos cíclica. Entiendo palabras sueltas del discurso de Calderón. Quiero escuchar música y cerrar los ojos. Quiero leer uno de los libros para niños sobre naturaleza que compramos ayer, aprender que las moscas se alimentan sólo de líquidos y que los artrópodos tienen un exoesqueleto.

Que ajena me es la realidad cuando más la quiero propia.